-¿Coordenadas?
-Si, coordenadas.
-¿De qué?
-De puntos en un mapa. Eso es
obvio.
- Claro, eso lo entiendo, ¿pero
señalando qué?
-Es difícil de establecer.
Pareciera que esto es solamente la mitad de un documento, que a su vez es parte
de una serie de instrucciones.
-¿Eso cómo lo sabe?
-Junto con las coordenadas están
detallados una serie de procedimientos para establecer un punto de encuentro.
-¿Y todo eso en arameo?
-¿Por qué no? Son criaturas
antiguas?
-Volvamos al asunto. Usted dijo “punto
de encuentro”, para que se encuentren quiénes y para qué?
-Para asistir a una sesión del
Congreso. Para su información, nunca se reunen dos veces seguidas en el mismo
lugar.
La tranquilidad del hermano
Marcelo me ponía nervioso. Como todos los religiosos, hacía ostentación de una
calma propia del que sabe que tiene el cielo ganado. Con el agravante, claro,
que este buen hombre de Dios sufría de una enfermedad infecto-contagiosa que le
generaba la necesidad de alimentarse de la sangre de sus cofrades. Enfermedad
adquirida, además, por andar en quien sabe qué tratos con vampiros.
Traté de controlarme. Si Nora
confiaba en él, y a su vez JF confiaba en Nora, podía estar tranquilo. Seguí
interrogándolo.
-Lo que no entiendo es esto: si
tenían las indicaciones archivadas es porque conocen el punto, ¿para qué
quieren recuperar la carpeta?.
-Usted es demasiado lineal en su
razonamiento. Quizás la mujer que lo sigue no sea la dueña del documento. Y en
el caso que sí lo fuera, puede estar tratando de evitar que caiga en manos del
bando enemigo.
Recién ahora tomaba conciencia de
lo que me había explicado AJ cuando estuvimos en la iglesia de los Hermanos
Libre. Estábamos en el medio de una guerra entre vampiros. Si L.era miembro del
Congreso buscaba los papeles para mantener en secreto la reunión; en cambio si
era de los disidentes, los necesitaba para planear un ataque. Respiré hondo y
traté de pensar con más claridad.
-¿Cómo vamos a hacer para
averiguar lo que falta?
-Lo más lógico es actuar de una
manera desconcertante. En vez de seguir siendo la presa, salga usted a buscar a
esta mujer y aprópiese del resto del documento.
¿El hermano Marcelo estaba loco?
Sin embargo, el planteo no estaba desprovisto de lógica.
-De todas maneras, -continuó- no
va a poder salir hasta que no le haya pasado por escrito una traducción de
estos papeles; y aunque esto estuviera listo va a necesitar que lo acompañe una
persona que sepa arameo para traducir el resto. Si lo encuentra, claro.
-AJ. Pero está escondido en
alguna casa segura de la Alianza.
-Entonces eso nos lleva a tener
que buscar el contacto con la Alianza. ¿Le gustan las tertulias literarias?
-No se. ¿Por qué?
-Porque mañana vamos a asistir a
una.
Ay! Cómo me gusta lo que veo venir!!!
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